viernes, 7 de agosto de 2020

Grandes Directores de la Historia: Federico Fellini

Comienzo sección en esta entrada dirigida, única y exclusivamente, a destacar los títulos imprescindibles de grandes directores de la historia del celuloide. Lo voy a hacer a modo de Top con las que creo que son sus mejores obras para que sea más divertido y llevadero. Ojo, no seguir sin antes mencionar que esto no va de mis favoritas. Es más interesante que deje aquello al margen para que quien nunca haya visto al genio italiano pueda tener una guía sencilla de por donde empezar o cual de su filmo escoger para quedarse con lo más esencial; o para quien si lo haya visto, y quiera echarse un vistazo y demás, también lo pueda hacer sin demasiadas chácharas. Dejo claro también, que personalmente, siempre que he ido a empezar con algún director he acudido a tratar de buscar este tipo de listas sobre ello, a veces con mayor o menor éxito.

Así pues y como ya habéis visto, hoy toca uno de los grandes directores de toda la historia del cine: Federico Fellini. Seguramente, también el más grande realizador italiano de entre todos los colosos que ha dado aquel cine, y posiblemente uno de los más potentes no-americanos que hayan existido. El director con más Oscars a mejor película extranjera con cuatro estatuillas (1954, La Strada // 1957, Las Noches de Cabiria // 1963, 8 y medio // 1973, Amarcord) para cuatro obras maestras como un templo, es así.

Un director cuyos temas rondaban entorno a su fascinación por el mundo del espectáculo, y la creación de mundos de ensueño y fantasía. Así como una nostalgia recurrente por revivir y reconstruir la infancia. Todo desde un punto de vista tremendamente personal. Bastante difícil de ver si no acabas de entrar del todo en sus universos, pero aun así, con el poderío visual que es capaz de imprimir en cada pieza resulta hipnotizante en todas sus películas para cualquiera que se precie a verlas.

De "peor a mejor":

Los Inútiles (I Vitelloni) de 1953


La que decía Kubrick que era su película favorita. Trata de un grupo de amigos en una pequeña
ciudad italiana, donde queda retratada muy bien la Italia post-guerra derruida económicamente y con el paro como uno de los enemigos candentes de fondo. Con una historia de adulterio por ahí rondando también. Fellini empezaba a demostrar de lo que era capaz aquí como director y muchos la consideran una de sus grandes películas.


Almas Sin Consciencia (Il Bidone) de 1955



Posiblemente, mi favorita de Fellini, porque es de las menos Fellini, y Fellini está solamente donde tiene que estar para que sus "inquietudes" y "estilo" no se interpongan en la historia, cosa que (prácticamente) solo ocurre en esta. Realmente, sería algo así como "el thriller de Fellini". Una película que cuenta la historia de una banda de estafadores que se hacen pasar por sacerdotes. Arrepentimiento, culpa o lealtad son algunos de los temas que aquí trata el italiano de manera bastante interesante y serena, por cierto.

La Dolce Vita de 1960


Su película más conocida, seguramente, y no por ello la mejor. En cierto modo, porque tras la primera hora, que puede ser fácilmente una de las más sensuales de la historia del cine, la película se le acaba haciendo muy larga y con momentos bastante prescindibles. Digamos que a partir del momento de la imagen, todo va para abajo. Es el momento cumbre no solamente de esta obra sino de toda su filmo.

Amarcord de 1973 


Su última gran obra maestra; y muy alejada del resto de sus otras películas (una rara avis, vaya) que empezó a hacer después de 'La Dolce Vita (1960)'. Aquí muestra su infancia, básicamente, sin tampoco seguir una línea argumental clara. Todo se construye a partir de recuerdos en forma de secuencias unidas con una coherencia interna, eso sí (alguna de ellas sumamente hilarantes) pero casi siempre de manera "no-lineal". Muy útil también como representación del apogeo de la Italia Fascista de la época de Mussolini donde se crió el italiano. Ganó el Oscar a mejor largo extranjero y es una de las grandes comedias del cine.

La Strada de 1954


Su película más próxima a la denominada corriente cinematográfica: el neorrealismo italiano, impulsada por directores como Roberto Rossellini, Vittorio de Sica o Luchino Visconti. Federico Fellini participó asiduamente como guionista del primero de ellos antes de dar el salto como director (por ejemplo, en la obra maestra 'Roma, Ciudad Abierta').

Aquí cuenta la historia de dos artistas callejeros ambulantes. Un mastodonte y una joven inocente y con una cierta discapacidad, pero que admira al primero e, incluso, se va enamorando durante la película. Él la trata fatal, por su parte, llegando, incluso, a humillarla en múltiples ocasiones. La película habla de muchas cosas pero, principalmente, de que nunca sabes cuanto aprecias algo hasta que lo pierdes, así de simple y directo. Atentos al demoledor plano final (ciertamente repetido por Fellini a lo largo de su trayectoria). Uno de los mejores finales que ha dado el cine europeo.

Las Noches de Cabiria (Le Notti di Cabiria) de 1957


Siguiendo la corriente de 'La Strada (1954)' dentro del ciclo neorrealista del director (también junto a 'Los Inútiles') y de la mano nuevamente de Giulietta Masina, nos trae la historia de una prostituta en busca de una añorada felicidad y estabilidad sentimental que no es capaz de encontrar por ningún sitio y en nadie. Eso la lleva a acabar mal con todos los hombres que conoce, e incluso, muchos se aprovechan de ella y es objeto de timos. Absolutamente descorazonadora por momentos pero capaz de dotarle una magia fantástica al filme, Fellini nos deja un poderoso mensaje de que, al final, felices tenemos que ser con nosotros mismos. Y que la carencia de "felicidad" no puede ser causa de la falta de algo o de alguien. Curiosamente, muy recuperable a nuestros días de pandemia.

8 1/2 de 1963


Su mejor película, que a su vez puede ser una de las mejores películas de toda la historia del cine, y a pesar de que muchos la consideran sobrevalorada; no lo es en absoluto. Capaz de crear un mundo de poesía y lirismo absolutamente fascinante, lo que hace hace aquí el autor italiano de la mano de Marcello Mastrioniani, es de otro planeta. Basado en un director de cine al que utiliza como alter-ego y que atraviesa una especie de crisis creativa y cuestionándose, incluso, su propio talento y capacidad. Una película de perdedores y de glamour rastrero que explica muy bien la dificultad de la creación y a lo que se está sometido dentro de la industria cinematográfica. Posiblemente, nunca se haya rodado un inicio como el de esta película. Si no les interesa, por favor, inviertan diez minutos, al menos, en verlo. Merece muchísimo la pena y jamás tendrán una experiencia similar.



Bolas Extras: Si les gusta Fellini y "se quedan con hambre", les propongo otras cuantas:


* El Jeque Blanco (Sceicco Bianco) de 1952



*Giulietta de los Espíritus (Giulietta Degli Espiriti) de 1965



*Satyricon de 1969





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