lunes, 15 de febrero de 2021

8 consejos tremendamente (in)útiles para quien pretenda estudiar un grado en economía


Esta va a ser una entrada diferente, ya que a punto, según tecleo en este momento, de terminar el grado, o más comúnmente: la carrera, de toda la vida de Dios, sé más que suficiente para poder aconsejar a todo aquel que le pudiera interesar en esta dura, si quizá, pero sobre todo bonita aventura que supone entrar en el mundo económico durante al menos 4 años de sus vidas. O, dicho de otro modo para los que no les gusta dejarse aconsejar: qué le diría a mi yo de hace cuatro años, no tanto en plan advertencia sino más en orientado a la cura de espanto sobre las claves que se puede uno encontrar allí dentro en una clave de humor para amenizar y hacer más llevadera la lectura. Un "te lo dije, macho" en toda regla, vamos.


El Inglés: el villano escondido

¿Saben ustedes en las típicas películas en donde al final, el consejero friki, tontillo y mal entonado consejero del que parecía el malo se acaba revelando como el auténtico rival a vencer por los protagonistas? Pues para mí eso es el inglés en economía para universitarios y lo que le convierte, a la par, en el número 1 indiscutible de esta lista, también por muchos otros motivos como porque no va a ser lo primero que a nadie le venga a la cabeza antes de entrar, ni de lo que nadie te va a advertir, aunque si es verdad que puedes percatarte a poco que tengas un par de luces en la cabeza encendidas. Dicho lo cual, puedes no entrar con un gran nivel, suele pasar, pero prepárate para conseguir un nivel cuasi bilingüe (C1 para los amigos) en cuatro años de estancia, sino puedes ahorrarte el tiempo empleado y dedicarte a otra cosa; eso sí, si usted tiene pensado dedicarse a alguna otra cosa más de corte gestoría contable y cosas del estilo quizá solo le valga con un nivel alto (B2). Y no me pongan malas caras porque igual, con fortuna, se libran de meterse con un tercer idioma. Tonterías las justas, amigos. Más vale prevenir que curar.


Matemáticas 

Es uno de los grandes tópico de una carrera de económicas: la cantidad de mates que pueden existir a lo largo de trayecto, y que es totalmente cierto, por otra parte. Toda economista serio que busque una gran proyección futura debe trabajar sobre una base de análisis cuantitativo Aunque para la tranquilidad del lector he de decir que no es necesario traer un gran nivel, ni ser especialmente bueno en ello. Es más importante tener la disposición y trabajar diariamente sobre la materia para apreciar una creciente mejoría poco a poco. Si, además eres bueno en ellas, será un sustancioso plus a su favor. Podríamos resumir este punto como el segundo gran rival a batir.


Haz algo más que ser estudiante pasivo

Servidor es el primer resultadista de la sala, reconocido sin problema; pero con todo ello si que recomiendo interesarse un paso más allá por la materia. No hace falta que se lea los libros que se recogen en la biografía de cada materia pero si que intenten poner cada tema de la asignatura en un contexto más global del "para qué puede servir" o "para qué se puede utilizar"; preguntar a los docentes, ser curioso y todas esas cosas. No es matarte, pero a la larga lo agradecerás porque podrás decir cosas tan básicas pero tan didácticas como: "ah, claro en segundo veíamos esto porque suponíamos aquello, por lo cual ahora sin ese supuesto e incluyendo 'x', o 'y' cosa obtenemos esto otro que nos será útil para..." Parece algo sin mucha transcendencia pero es muy satisfactorio con el tiempo, créanme. 


Estudia mucho y sé aplicado, o te doy con la chancla

Sin ánimo de llevar a cabo el papel de una figura parental, si que me parece que es una buena inversión en una carrera de economía currársela y obtener buenos resultados. No es una ingeniería, ni medicina, ni cualquier otro sucedáneo de infierno estudiantil; exige esfuerzo, sí, evidentemente. Mucho por momentos pero, a parte de que se va poniendo más apasionante a medida que uno avanza cursos, por lo general hay bastantes alumnos que consiguen buenas notas medias y partir con notas bajas puede ser un hándicap innecesario que sumado a otros de los que se pueda partir te puede tirar al traste más de uno o dos planes: hablo tanto de trabajos futuros como de admisiones a másteres potentes. Currenseló.


Asociaciones de estudiantes: el gran 'as' en sus mangas

Algo que nadie sabe, o parece querer no saber, más casi de otra época que de hoy en día por desgracia, pero dependiendo de su centro de estudios universitarios (AKA: facultad) suelen existir asociaciones de estudiantes enfocadas a un tema en concreto: cuidado con que tipo de asociación se elige, no se vayan a meter en una de perroflautas, pues eso puede ser un arma de doble filo que puede impactar en sus caras y tiraros uno o varios dientes al suelo. Siempre, informándote bien previamente, uno se puede encontrar con alguna curiosa que te van a ayudar sustancialmente a encontrar trabajo por otras vías a las más elementales o a mejorar tu CV de una manera de las que estarás orgulloso a futuro de haber tenido la iniciativa. Ténganlo en cuenta porque es una carta ganadora...


La biblioteca, más que para estudiar, para coger libros

Hay que intentar leer. Independientemente de estar en un grado de economía. Pero si, además lo estás, la economía requiere leerte al menos dos o tres libros por curso para ampliar conocimientos que se te van a quedar cortos simplemente con los programas de las asignaturas. Siempre se pueden extraer conclusiones interesantes y pueden ayudarte a moldear la rama de la economía que más te atraen. Mi recomendación es que las asignaturas más de historia, pensamiento, incluso las de estructura den más importancia a aprenderlas leyendo libros de lectura que con lo aprendido en las propias clases donde muchas veces son visiones demasiados superficiales, y lo que es peor: sesgadas.


Tengan economistas de referencia: sus ídolos, coleccionen sus cromos y péguenlos en algún álbum.

Plántense el siguiente dilema a modo de termómetro: si usted llegado el ecuador del grado no tiene a un o unos economistas como referentes, algo está haciendo mal. ¿Se imagina estar jugando en equipo de segunda división con 16-17 años y no tener a un futbolista de élite de referente? ¿Ó, ni siquiera conociendo a algunos de estos? Es un disparate, como pueden ver. Y no, no me vale conocer a Rallo, Lacalle o Bernardos... A esos les conoce hasta mi abuela. Hasta las piedras. Algo más: economistas de prestigio que hayan escritos papers reputados o sean escritores en plataformas de referencia. Ya saben, a cazar ídolos.


En asignaturas clave, profes clave

Para acabar esta lista de pretenciosos y despreciables consejos de mamá enfadá, una última recomendación que servidor les pone encima de la mesa: en asignaturas claves para lo que viene siendo la formación de un economista, es absolutamente clave y rentable elegir buenos docentes por duros o exigentes que estos puedan resultar. En asignaturas como econometría, macroeconomía, microeconomía, teoría de juegos o, incluso, estadística asegúrense "peeer faveeer" de que se lo explican bien y extraen buenos conocimientos. Un economista que no sepa ni econometría, ni macro, ni teoría de juegos... cuidado porque muy buen futuro no le augura en el sector...



PD: Nótese que la mayoría de las recomendaciones que se dan a lo largo de esta entrada son dados de que servidor o se ha arrepentido con el tiempo de no haberlo sabido, o de no haberlos puesto en práctica o similares. De momento a falta de un par de créditos me está yendo bien, pero ni de lejos para subirme a ningún púlpito a dar lecciones. ¡Qué les vaya bien, camaradas!


2 comentarios:

  1. Muy útiles tus consejos, sabio amigo, Dios te salve y te guarde en su gloria
    Federico pino, Bogotá.

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  2. Federico basta ya, se donde vives. Vamos a por ti sucio sabroso. Carolina Aguirre, Pozuelo de Alarcón

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