La factoría Marvel y la guerra de las galaxias: ¿Sigue habiendo leche ahí dentro? ¿Da para queso?
Queda claro que la compañía del mítico ratón, a día de hoy, y, tras haber estado cerca de quebrar durante la pandemia -tras la adquisición de FOX poco tiempo antes, junto con el obligado cierre de sus parques temáticos y con el frenazo de las salas de cine en las que no pudieron estrenar ninguna de sus ya producidas películas del UCM- finalmente fue su plataforma, Disney Plus, la que dio un balón de oxígeno en términos financieros y de liquidez. Aunque no por demasiado tiempo, pues pronto descubrieron que estrenando sus producciones cinematográficas directamente en 'streaming' les daban pérdidas potenciales y recogieron cable de vuelta al modelo tradicional.
En cuanto a la factoría Marvel, que les voy a contar. Con su productor al frente, Kevin Faige, desde 2008 que se estrenara la aclamada Iron-Man, ha sido una cascada continua de estrenos y de creación de todo un LORE, un universo de películas entrelazadas entre ellas, respaldadas absolutamente por los ingresos en taquilla y dando pie a una moda apabullante de lo que conocemos como 'cine de superhéroes'. Una referencia para las demás productoras de cualquier medio del audiovisual realmente, que encontraron en esto un nicho de beneficios brutos, como si de un yacimiento de petróleo se tratara. Ahora en stremaing están continuando con su factoría de superhéroes dando espacio a personajes desaprovechados o de carácter más secundario en sus películas. Cada aproximadamente cuatro o seis meses tenemos nuevo estreno en la plataforma.
Por lo tanto, ambas franquicias son claramente víctima de la dilatadísima sobreexplotación por parte de la compañía originaria de Orlando. Es objetivo. No hay dudas. Es evidente. Pero, ahora bien, ¿Es esto sinónimo de nefasta salud? ¿Acaso están en horas bajas? ¿Corren riesgo de desaparecer por pura fatiga? ¿Se ha sustituido la calidad en detrimento de la cantidad? Esa es precisamente la pregunta que quiero plantear en este post, e intentar responder bajo mi propia e intransferible opinión. Cada cual evidentemente estará en posesión de la suya.
Lo cierto es que en el caso de Star Wars la respuesta es la más clara: está como una moto, en plena forma. A mi parecer, tanto The Mandalorian (en sus primeras temporadas), como en la reciente Ahsoka, y como, especialmente Andor, son tres ejemplos en donde esta franquicia raya un nivel altísimo y no queda nada lejos de la trilogía original de George Lucas (episodios IV, V y VI). Ganando por goleada a los episodios I, II y III; a las precuelas (Rogue One o Han Solo) y, por supuesto, a la última trilogía (a excepción quizá del capítulo VIII y del VII a ratos). En las series de Disney Plus han sabido encontrar un tono fantástico, entremezclando fidelidad, madurez y reformulando la entrada a otros géneros como al territorio político en la serie Andor, que casi parece una temporada de House of Cards. Sin perder por ello la esencia, el espíritu de la saga y ganándose a los fans más acérrimos a base de buenos guiones y personajes bien escritos; de amor a la franquicia. Recurriendo al fans-service lo justito y necesario, y haciéndolo de manera excelente y justificada cuando toca. Ver las series de la franquicia galáctica resulta rentable, e incluso uno se queda con ganas de nuevas temporadas. Por contra, si es cierto que quizá otras tan esperadas por todos como Obi Wan-Kenobi fueron decepcionantes, aunque sin dejar de ser un entretenimiento que si bien llevaba demasiada prisa, muy precoz para todo precipitaba todos los acontecimientos, un ritmo demasiado acelerado que pasaba de puntillas por todo y no sabía desarrollar su historia por el camino y quedaba en las más mera anécdota, sus seis capítulos entraban perfectamente cualquier día en el que a uno le apetecía dejar el cerebro como quien dice en la puerta de entrada aparcado. Poco más ofrecía. Sus series de animación también gozan de una calidad más que aceptable.
En cambio para Marvel, tengo muchas más dudas, pues si lo cierto es que, actualmente, vistas casi todas sus series principales (Groot y Hulka, creo que han sido menores, hasta en su propia promoción y ahínco que hizo sobre ellas Disney se podía ver) ninguna de ellas me ha hecho querer arrancarme los ojos como muchas voces se oían en Twitter y redes sociales en general. Me parecen entretenidas, llevaderas, cortitas y al pie, con una excelente factura, secuencias de acción conseguidas, efectos funcionales pero, verdad, que sin rastro de una excelencia dentro de su propia condición y universo equivalente a las que tienen las buenas series de Star Wars. Digamos que a Disney con Marvel le falta dar el puñetazo en la mesa con una serie que sea candidata a ser de lo mejor del año en televisión, como Andor o la primera de The Mandalorian fueron. Tienen a Loki que está a un nivel superior a todos los niveles del resto de sus series pero que le falta algo más para romperlo. Que en Marvel no se engañen, ya lo han conseguido en televisión, se llamaba Daredevil. Lo único es que fue en la época Marvel-Netflix. El resto, tanto Ojo de Halcón, como Falcon y el soldado de invierno o Caballero Luna, no dejan de ser buenos pasarratos con muchos peros, anecdóticas y con unos guiones que manejan los tiempos de aquella manera con capítulos vacíos y otros con prisa por resolver, sin dotar a sus personajes de la suficiente entereza como para ser lo suficientemente sólidos por si mismos más allá de medios meramente narrativos para con la historia. Finalidades vacuas y unos arcos dramáticos muy de párvulos les privan de suscitar el interés necesario en el espectador para querer seguir enganchado a nuevas temporadas. Quizá con Wandavisión sí que se intentó hacer algo distinto al principio haciendo esa mezcla extraña con sitcoms de los años cincuenta, con un estilo visual peculiar y algo arriesgada para el nivel de riesgo que suele tomar la compañía pero que, al final, por cómo planteaba su desenlace y los últimos capítulos resultó una propuesta fallida, pues al final toda esta parte extraña del principio no era nada más que relleno que se podrían haber ahorrado o recortado en post de darle al mismo desenlace un desarrollo más escalonado y eficiente.
Así pues, como ven, creo que, en definitiva, ambas vacas están vivas. Les queda mucha leche y van a dar buenos quesos. De Star Wars parece que la leche está saliendo fluida y de calidad, ya se han hecho dos o tres quesos muy remarcables y las expectativas son positivas y al alza en los próximos años. Parece que en esta granja los ganaderos entienden muy bien a sus vacas y saben exactamente que extraer y cuando hay que hacerlo. Incluso están atrayendo a gente no muy dada al queso, lo que es un éxito. En la granja marveliana aliada de al lado tienen más dudas sobre la elaboración del queso parece ser. Aún no han hecho un gran queso. Lo han tenido cerca con uno curado pero en el pasado lo hacían mejor. De momento sigue habiendo confianza en que pulan sus técnicas queseras y elaboren un cinco estrellas. Que no se confíen, eso sí, pues su último y más reciente queso (Secret Invasion), ha dejado muy disgustados a los clientes más fieles a su producción quesera. Así que toca ponerse las pilas y darle una vuelta a su fórmula. Pero lo que queda claro es que, de momento, no hay vacas agonizantes ni en los huesos más absolutos ni de las que ya se les exprime la sangre. Que la compañía del ratón lo tengo claro y que sean inteligentes, porque como se carguen a sus vacas, ellos pueden ser los siguientes.